Según un estudio llevado a cabo por la Fundación Nacional del Sueño, ir al gimnasio antes de acostarse podría ser la clave para tener una buena noche de sueño. Dicho estudio se llevó a cabo entre mil adultos, cuyo rango de edad iba de los veintitrés a los sesenta años.
Los investigadores consideraron que la actividad física mínima para el estudio, debía ser de más de diez minutos antes de dormir. Para esto, formaron cuatro grupos con los participantes, dividiéndolos en cuatro niveles diferentes de actividad: Por un lado estuvo el de la actividad vigorosa, como el ciclismo, la natación, o correr. Por otro lado estaban los de la actividad física moderada, que incluye el levantamiento de pesas, tai chi o yoga. También se incluyó un grupo de actividad ligera, que consistía sólo en caminar y por último se encontraba el grupo que se abstuvo de cualquier actividad.
El estudio encontró que los deportistas habían reportado un mejor ciclo de sueño que los no deportistas, esto a pesar de que todos los grupos habían dormido la misma cantidad de tiempo (una media de seis horas con cincuenta minutos), cada noche, durante siete días.
Los grupos de ejercicio ligero, moderado y vigoroso, fueron los que expresaron haber tenido una “buena noche de sueño” casi todas las noches o todas la noches, a diferencia de los participantes que no realizaron actividad alguna.
Cabe resaltar que la mayoría de los participantes ubicados en los grupos de ejercicio, ya practicaban alguna actividad física antes del estudio y habían señalado que su calidad de sueño ya era bastante buena. En cambio, cerca de seis de cada diez de los no deportistas, afirmaron que rara vez tienen una noche sueño reparador.
Las personas no deportistas también tienen más síntomas de la apnea del sueño. La apnea del sueño es un problema médico muy serio, en el que una persona deja de respirar mientras duerme. Sus signos y síntomas incluyen ronquidos, presión arterial alta y cansancio.
Es importante recordar que además del ejercicio, pasar menos tiempo sentado puede mejorar la calidad del sueño, así como la salud. Después del estudio, la Fundación Nacional del Sueño llegó a la conclusión de que el ejercicio (sea vigoroso o no) es recomendable a cualquier hora, siempre y cuando no se realice a expensas del sueño.
