Los investigadores de la Universidad de California, han creado un nuevo microscopio que puede detectar virus y materiales de menos de una milésima del ancho de un cabello humano. Lo más interesante es que puede montarse en la cámara de un teléfono móvil.
Este accesorio portátil, puede utilizarse para detectar los virus y las bacterias, eliminando la necesidad de costosos o voluminosos microscopios y equipos de laboratorio. El aparato pesa ciento ochenta y seis gramos y está conectado directamente a la cámara de un teléfono inteligente. Sus creadores lo describen como un microscopio de fluorescencia y fue fabricado usando una impresora 3D, contiene un filtro de color, una lente externa y un diodo láser.
El accesorio de iluminación funciona al iluminar con el diodo los fluidos o muestras sólidas, en un ángulo de aproximadamente setenta y cinco grados. Al iluminar las muestras en este punto de vista, los investigadores dicen que evita la detección de luz difusa, lo que podría interferir con la imagen fluorescente.
Al probar el dispositivo, los investigadores fueron capaces de detectar partículas del citomegalovirus, un virus que puede causar defectos de nacimiento, incluyendo la sordera y el daño cerebral. Sin mencionar que una sola de estas partículas mide aproximadamente ciento cincuenta a trescientos nanómetros. En comparación, un cabello humano mide unos cien mil nanómetros.
Esta plataforma de imágenes basada en el teléfono móvil podría utilizarse para la detección específica y sensible de los objetos de sub-longitud de onda, permitiendo la práctica de la nanotecnología y las pruebas biomédicas en el trabajo de campo, incluso en entornos remotos y con recursos limitados.
Esta no es la primera vez que la creatividad hace equipo con la tecnología, para crear alternativas en la detección de enfermedades y el análisis microscópico.
