La mayoría de la gente piensa que sus agendas o sus teléfonos móviles pueden mantenerlos organizados, cuando en realidad las proteínas del hígado, como la quinasa b1 tienen mucho más que ver con eso.
Una nueva investigación realizada en el laboratorio científico de la Universidad de California, arroja luz sobre cómo esta importante proteína mantiene a las personas organizadas en un nivel básico, promoviendo además un crecimiento ordenado del esqueleto y previniendo la formación de tumores óseos.
Dentro de un embrión en desarrollo, muchos huesos se forman basados en una estructura de cartílago. El estudio encontró que para formar dichas estructuras, la proteína quinasa b1, controla la progresión de las células inmaduras, dividiendo las células del cartílago en unas más grandes, maduras y totalmente diferenciadas.
Sin la quinasa b1, la población de células de cartílago inmaduras, aumentaría de forma desproporcionada, dando lugar a tumores óseos.
La influencia de las proteínas del hígado, cuando es anormal, no se limita a la estructura. De hecho, las formas mutantes de la quinasa b1 se presentan con frecuencia en pacientes con cáncer de pulmón, cuello uterino, mama, intestino, testículos, páncreas y cáncer de piel.
Los científicos dicen que al entender el mecanismo por el que la quinasa b1 controla el desarrollo normal del esqueleto, también podremos prevenir los problemas que se presentan en él. Así como el desarrollo de cánceres y otras enfermedades.
