Desde que la tecnología ha hecho las cámaras de video más pequeñas y ligeras, como para transportarlas cómodamente en el cuerpo, los fabricantes se han ocupado en agregarles características como WiFi, GPS, Bluetooth etc. Algunas tienen la capacidad para subir video a internet y pueden ser controladas de manera remota.
Sin embargo, SoloShot tiene un enfoque un poco distinto, ya que se trata de un trípode con un sistema de seguimiento automatizado, que permite grabaciones en tercera persona sin la necesidad de que alguien esté detrás de la lente.
Para la mayoría de los deportistas no patrocinados, que no tienen a todo un equipo de grabación siguiendo sus movimientos, esta es una gran opción para filmarse a sí mismos. Así no tendrán que sobornar a algún amigo para que los siga todo el día con la cámara.
El sistema utiliza un brazalete resistente al agua, que permite al trípode localizar nuestra ubicación. La velocidad de seguimiento de SoloShot es de hasta doscientos treinta kilómetros por hora (ya que es capaz de rotar hasta cuarenta grados por segundo), y una luz de LED intermitente nos indicará si la cámara está funcionando.
A pesar de que este dispositivo puede girar trescientos sesenta grados, tiene una pequeña desventaja. SoloShot no puede inclinarse hacia arriba o hacia abajo, así que cosas como grandes saltos podrían perderse. Para solucionarlo, el usuario puede configurar manualmente la inclinación o el zoom de la cámara lo suficiente como para capturar todos sus movimientos.
El alcance del brazalete es de hasta seiscientos diez metros y la duración de la batería es de cinco horas. El tornillo para montar la cámara es estándar, así que será compatible prácticamente con cualquier dispositivo.
