Han transcurrido poco más de dos años desde que el gurú del ejercicio Jack LaLanne falleció a los noventa y seis años. Este eterno profesor de educación física, que había estado educando a su nación desde que Franklin Roosevelt era presidente, predicó a los cuatro vientos que el secreto de la longevidad no lo era en absoluto, bastaba con seguir tres sencillos puntos: una buena nutrición, hacer ejercicio y tener pensamientos positivos.
Curiosamente, LaLanne estaba a favor de evitar la tecnología, en el sentido en que trabajar constantemente en nuestra salud podría ayudarnos a frenar la necesidad de cualquier intervención médica.
Fuera de la genética, es posible que los factores que extienden nuestra expectativa de vida tengan mucho más que ver con el estilo de vida que seguimos. Especialmente al llevar una dieta balanceada y reducir el estrés al máximo mediante el ejercicio. Uno de sus consejos básicos era consumir alimentos en su estado natural, y si el hombre los hacía, lo mejor era no comerlos. Él era aficionado a la carne magra, los vegetales crudos o cocidos al vapor, y creía en las dietas bajas en carbohidratos décadas antes de que fueran una moda.
¿Verdad o no? Nos gustaría mucho saber su opinión al respecto.