Cuando una mujer con diabetes descubre que está embarazada, contará con la ayuda de varios médicos que la ayuden. No obstante, la decisión de mantener un estilo de vida saludable y seguir puntualmente el tratamiento prescrito, corresponde únicamente a la futura madre.
El monitoreo frecuente de azúcar en la sangre nunca estará de más, gracias a esto se puede prevenir la hiperglucemia o su contraparte, la hipoglucemia. En caso de tomar insulina, debe hacerse según las indicaciones del médico. Es importante recordar que estas cantidades pueden variar, dependiendo del nivel de azúcar en la sangre, la comida que se ha ingerido e incluso deben tomarse en cuenta factores como las náuseas y el vómito. Durante los últimos tres meses del embarazo, las hormonas hechas por la placenta para ayudar al bebé a crecer, pueden llegar a bloquear el efecto de la insulina en el cuerpo. En consecuencia, es posible que se requiera más insulina de lo normal.
La dieta debe incluir muchas frutas, verduras y granos enteros. A pesar de esto, el médico encargado de la dieta, puede sugerir cambios en el plan de comidas. Las vitaminas prenatales como el ácido fólico no deben olvidarse. La actividad física es otra parte importante en el plan de tratamiento para la diabetes, y a menos que el médico la restrinja, se puede caminar, nadar o utilizar una bicicleta fija.
Algunos medicamentos para tratar la presión arterial alta o los problemas de riñón no se recomiendan durante un embarazo, pero será el médico y sólo el médico quien lo determine. Ante cualquier duda o inquietud, se debe acudir a él.
En el momento del parto, el equipo médico ayudará a determinar la mejor forma de recibir al bebé, ya que en algunos casos se induce un parto temprano para reducir el riesgo de complicaciones. Cuando el bebé es demasiado grande, la cesárea siempre es una posibilidad.
Después del parto, el monitoreo de azúcar en la sangre debe continuar, especialmente si la madre se encuentra amamantando a su bebé. Recuerda, mantenerse saludable es la mejor cosa que puede hacerse por el bebé.
