Los resultados de una prueba de laboratorio realizada con el fin de encontrar señales de cáncer en el cuerpo deben interpretarse con cuidado, ya que son muchos los factores que pueden influir en el resultado de dicha prueba, tales como las variaciones naturales del cuerpo e incluso los alimentos que uno consume. Cabe señalar que es probable obtener resultados anormales incluso ante condiciones no cancerosas. Y en otros casos, el cáncer puede estar presente a pesar de que los resultados de las pruebas sean normales.
El médico debe revisar los resultados de las pruebas para determinar si los niveles del paciente caen dentro de un rango normal. También es posible que llegue a comparar los resultados con la información de algunas pruebas anteriores.
Aunque los análisis de sangre y orina pueden ayudar a darle pistas al médico, generalmente se requiere de otras pruebas para realizar el diagnóstico. En la mayoría de las formas de cáncer, una biopsia (un procedimiento que consiste en obtener una muestra de células sospechosas para su revisión) suele ser necesaria para hacer un diagnóstico definitivo.
En algunos casos los niveles de marcadores tumorales son monitorizados con el tiempo, y el médico puede programar varias pruebas de seguimiento en pocos meses. La ventaja de las pruebas de marcador tumoral es que, tras el diagnóstico de cáncer, sirven para determinar si el cáncer está respondiendo al tratamiento o si se encuentra creciendo.
Para estar más tranquilos y mejor informados, discuta los resultados con su médico, sólo él y un equipo de especialistas podrán asesorarlo para saber cuáles son los siguientes pasos a elegir.
