A pesar de la creciente evidencia sobre los riesgos asociados con el uso de camas de bronceado, una encuesta reciente llevada a cabo por los operadores de salones de bronceado en el estado de Missouri, reveló que el sesenta y cinco por ciento de los establecimientos continúa permitiendo que jóvenes de tan sólo diez años usen sus instalaciones. Los resultados de esta encuesta fueron publicados en el diario Pediatrics.
El uso de camas de bronceado ha demostrado aumentar el riesgo de que las personas desarrollen todas las formas de cáncer de piel, incluído el melanoma, que es el más mortal. Un informe publicado en el Diario Británico de Medicina, reveló una estimación en la que el bronceado artificial había sido la causa de ciento setenta mil casos de cáncer de piel en los Estados Unidos, cada año.
Por desgracia, la Organización Mundial de la Salud, ni siquiera emitió un comunicado diciendo que las personas menores de dieciocho años, no deberían estar autorizadas a utilizar las instalaciones con camas de bronceado, dada la evidencia de sus efectos graves para la salud, que han sido corroboradas en numerosos estudios científicos.
En julio de 2012, un gobernador de Nueva York firmó una ley que prohibía a las personas menores de dieciséis años el uso de camas solares. Por otro lado, en California se dio un proyecto de ley bastante similar, que reducía la edad mínima para el uso de camas solares a partir de los catorce años.
La recomendación principal es minimizar la exposición a los rayos ultravioleta (UV) sin importar la fuente. Además, el problema con el bronceado en interiores, es que los usuarios inician siendo muy jóvenes, y a diferencia del sol, las camas solares son un riesgo de cáncer completamente evitable. Una alternativa sería recurrir al uso de lociones de bronceado sin sol, ya que estos productos no presentan riesgos identificables para la salud.
