¿Sabías que muchas personas temen que las vacunas puedan causar autismo?

Vacunas autismo
A pesar de la falta de evidencia científica que lo apoye, muchos padres aún creen que las vacunas pueden causar autismo. Por esta razón, un nuevo estudio debería ayudar a mitigar la preocupación de que los niños reciban múltiples vacunas en un solo día sin aumentar el riesgo de que lo desarrollen.

El principio detrás de las vacunas es exponer al cuerpo a cantidades inofensivas de patógenos infecciosos para que el sistema inmune pueda recordarlos, desarrollando los anticuerpos apropiados para combatirlos.

Uno de los temores acerca de las vacunas (como la del sarampión y rubéola) consiste en creer que ponen una carga excesiva en el sistema inmune de las personas más jóvenes, haciéndolos más vulnerables al autismo. Por lo tanto, los padres optan por no seguir el calendario de vacunación recomendado por los centros de salud en su localidad, y retrasan o evitan por completo las vacunas para sus hijos.

Para poner a prueba la idea de que la sobrecarga del sistema inmune predispone a los niños al autismo, los investigadores de la Oficina de Vacunación Segura compararon los calendarios de vacunación, tanto de los niños con trastorno del espectro autista, como el de aquellos que no lo padecen. Si las vacunas en grandes cantidades aumentan el riesgo de autismo, entonces los que habían recibido más vacunas en los primeros dos años de vida o vacunas múltiples en un solo día, debían mostrar un mayor riesgo de desarrollar este padecimiento.

Los datos fueron tomados de mil ocho infantes, doscientos cincuenta y seis con trastorno del espectro autista y setecientos cincuenta y dos sin el problema. A partir del historial de sus vacunas los investigadores calcularon la cantidad máxima de antígenos (son las moléculas que estimulan la producción de anticuerpos, ayudando al sistema inmunológico a recordar las amenazas) a los que cada niño estuvo expuesto al recibir sus vacunas.

Los investigadores concluyeron que el riesgo para el autismo no se vio afectado por la cantidad de antígenos a los que los niños fueron expuestos a través de un periodo entre el nacimiento, los tres meses, siete meses y los dos años de edad. Cabe señalar que también se analizaron los casos de exposición máximos, cuando los niños tomaron múltiples vacunas en un solo día. Una vez más, la cantidad de antígenos no afectó el hecho de que los infantes desarrollaran autismo.

Los investigadores también señalan que, si bien es cierto que los niños de hoy en día están tomando más vacunas, en realidad están siendo expuestos a menos antígenos. Las vacunas actuales los someten a un promedio de trescientos quince antígenos distintos, diseñados para estimular la resistencia contra las enfermedades, en contraste con las vacunas administradas en los años noventa, en las que el número de antígenos se contaban por miles.

El estudio fue publicado en la edición del primero de abril en el Diario de Pediatría.

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