En algunas personas la esquizofrenia aparece de repente y sin previo aviso. Pero para la mayoría, comienza lentamente, con sutiles señales de advertencia antes del primer episodio agudo. Dicho de otro modo, muchos amigos o familiares de personas con esquizofrenia, reportaron que desde el principio sabían que algo andaba mal con su ser querido, aunque no sabían con exactitud qué.
En esta primera fase, las personas con esquizofrenia a menudo parecen excéntricas, solitarias, sin motivación o emociones. Comienzan a aislarse, a descuidar su apariencia, dicen cosas raras y muestran una indiferencia general a la vida. Pueden abandonar pasatiempos y actividades, sin mencionar la presencia de un deterioro considerable en su desempeño laboral o académico.
Los primeros signos de advertencia más comunes incluyen: el aislamiento social, la hostilidad o desconfianza, el deterioro de la higiene personal, una mirada plana y sin expresión, incapacidad para llorar o expresar alegría, risa o llanto inapropiado, además de la depresión. También puede existir una dificultad para conciliar el sueño o tener problemas para despertar; realizar declaraciones extrañas o irracionales, una incapacidad para concentrarse, ser olvidadizo y reaccionar de manera extrema a las críticas de otras personas.
Si bien estas señales de advertencia también pueden ser el resultado de otra serie de problemas y no necesariamente de la esquizofrenia, son un motivo de preocupación. La recomendación es acudir al médico ante la presencia de un comportamiento fuera de lo común, que esté causando problemas en nuestra vida o en la de un ser querido.
