La inminente llegada del diagnóstico prenatal no invasivo, permitirá que más padres puedan descubrir los trastornos congénitos de manera temprana durante el embarazo, pero también podría conducir a un mayor número de abortos.
No obstante, en la actualidad el alcance de la ampliación del diagnóstico prenatal sólo ha provocado especulaciones sobre el aumento de las tasas de aborto, temor que aumenta con la creciente comprensión del genoma humano. Algunos predicen que esto podría abrir la puerta a la eugenesia, a través de la selección de los niños sobre la base de determinados rasgos elegidos prenatalmente.
Sin embargo, la compleja interacción con las fuerzas socio-culturales y tendencias paralelas en la tecnología de la reproducción, hará que las tasas de aborto sean algo difícil de pronosticar a largo plazo. En general, los beneficios de las pruebas de diagnóstico prenatal podrían llegar a ser un activo muy valioso para los médicos y las familias.
Tomando en cuenta que muchas madres son evaluadas mediante pruebas de sangre, en busca de biomarcadores vinculados a ciertos trastornos congénitos, estas pruebas no son muy precisas, y los métodos invasivos siguen siendo necesarios si los resultados son positivos. Algunas pruebas incluso tienen un riesgo preocupante de provocar un aborto involuntario si no se realizan adecuadamente. Sin mencionar los riesgos relacionados con un falso positivo, hecho que llevaría a más de una pareja a un aborto en el que no existe ningún trastorno. Por estas razones es claro que se necesita una prueba segura y precisa en primer lugar.
