Un estudio realizado por investigadores del Instituto Benson-Henry para la Medicina de la Mente y otras instituciones internacionales, sugiere que las técnicas de relajación y ejercicio como el yoga y la meditación, ayudan a poner el cuerpo en un estado de descanso profundo conocido como respuesta de relajación, y es capaz de cambiar la forma en que los genes se comportan en respuesta al estrés.
Este tipo de prácticas que producen una respuesta de relajación, han sido utilizadas por personas de todas las culturas desde hace miles de años para prevenir y tratar enfermedades. La respuesta de relajación se caracteriza por la reducción en el consumo de oxígeno, un aumento en la exhalación del óxido nítrico, y una angustia psicológica inferior.
Muchos expertos ven esto como la contrapartida de una respuesta al estrés agudo conocida como ‘respuesta de lucha o huída‘.
Los investigadores querían probar su teoría de que la respuesta de relajación también produce cambios en la expresión génica. Por esta razón se reclutó a tres grupos de personas, que pusieron en práctica diversas formas de producir una respuesta de relajación, todos los días, algunos días y ninguno.
El estudio proporcionó la primera evidencia convincente de que la respuesta de relajación proporcionaba cambios en la expresión de genes específicos, en los practicantes a corto y largo plazo. Dicho de otro modo, el cambio de la actividad mental podría alterar la forma en que las instrucciones genéticas básicas se aplican, así como la expresión de los genes implicados con la inflamación, la muerte celular programada y la manipulación de los radicales libres. Los radicales libres son subproductos normales del metabolismo que el cuerpo neutraliza con el fin de detener el daño a las células y los tejidos.
El siguiente paso en la investigación consistirá buscar cambios similares en los pacientes que usan la respuesta de relajación, para ayudar a tratar los trastornos relacionados con el estrés.
