La depilación láser ha disparado su popularidad desde que estuvo disponible comercialmente a mediados de la década de 1990. Pero este aumento en su fama tiene un lado negativo relacionado con los litigios, en particular contra los supuestos profesionales que no son médicos ni están bien capacitados.
La depilación láser es uno de los procedimientos cosméticos más comunes que se realizan en los Estados Unidos. Los investigadores de la Universidad de California, indican que en 2011, los cirujanos dermatológicos realizaron uno punto seis millones de tratamientos. Pero eso es sólo la punta del iceberg, ya que muchos tratamientos fueron realizados por médicos de otras disciplinas y con operadores que no eran profesionales.
Actualmente no existen pautas federales para la depilación láser o los procedimientos cosméticos con láser; de hecho, más y más estados están redactando leyes para regular esta práctica. Un nuevo estudio publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense, advierte a los profesionales estar al tanto de las leyes estatales.
En el estudio se mencionan los peligros inherentes de la ambigüedad presente en las leyes del estado. Por ejemplo en Maine, sólo un médico tiene permiso de operar un láser para depilación. En el otro extremo, en Nevada, en junio de 2011, no existían regulaciones respecto al uso de un láser.
La cirugía de la piel con láser es cada vez más generalizada y popular en los llamados spas médicos (servicios no médicos que ofrecen tratamientos estéticos). No obstante, deben ser supervisados por verdaderos especialistas, y la mayoría de los tratamientos necesitan llevarse a cabo por técnicos con diferentes niveles de certificación, dependiendo de las regulaciones del estado.
Cuando un médico delega funciones a un extensor médico, la responsabilidad y los riesgos le pertenecen completamente al médico y a su supervisión (siempre que los servicios prestados estén dentro del alcance de las obligaciones del extensor). Esto también es válido para el entorno de la cirugía con láser cutáneo.
Mientras investigaban, los científicos identificaron ciento setenta y cinco casos de lesiones provocadas por la cirugía láser de piel. Muchos de estos casos provenían de establecimientos no médicos. Esto tiene implicaciones importantes para la seguridad de los pacientes sometidos a estos procedimientos.
En conclusión, al igual que con cualquier cirugía cosmética, se necesita una buena dosis de sentido común al elegir un médico o un técnico para realizar el procedimiento. Es recomendable acudir con alguna autoridad médica o buscar un servicio que cuente con la debida autorización para realizar estas cirugías estéticas. Después de todo, muchas clínicas prometen resultados que simplemente no son realistas.
