Aunque la planta del ginseng se considera segura para el consumo humano, se han comunicado los siguientes efectos secundarios: inquietud, náusea, frecuencia cardíaca elevada, dolores de cabeza, dificultad para dormir. Y en el caso de las mujeres, ellas pueden experimentar hinchazón en los senos y sangrado vaginal.
Los médicos no recomiendan tomar ginseng junto con una clase de antidepresivos llamados inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), ya que puede causar episodios de manía y temblores.
El ginseng puede alterar los efectos de la presión arterial y el de algunos medicamentos para el corazón, incluyendo a los bloqueadores de los canales de calcio como la nifedipina. Por esta razón es importante consultar a un médico antes de mezclar el ginseng con los medicamentos para el corazón.
Por si fuera poco, el ginseng puede aumentar el riesgo de sangrado cuando se toma con medicamentos que afectan la coagulación de la sangre, como la aspirina.
En los casos de sobredosis, los síntomas pueden incluir: irritabilidad, visión borrosa, diarrea, edema, inquietud, sangrado, excitación, mareos y sequedad en la boca. Para los casos severos, las personas tienden a experimentar vómito, convulsiones, náusea y delirio. La gente que experimenta cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, deben dejar de tomar ginseng y buscar atención médica de inmediato.
