Según los investigadores del Centro Médico en la Universidad Johns Hopkins, Cada año, uno punto dos toneladas de heces de gato se desechan en los Estados Unidos, elevando el riesgo de infecciones por el parásito toxoplasma gondii.
Algunos rostros de los gatos están contaminados con toxoplasma gondii, un protozoo conocido por causar epidemias de toxoplasmosis en individuos sanos, y no sólo en pacientes con el sistema inmunológico debilitado o en las mujeres embarazadas.
Al parecer, la acumulación de ooquistes de toxoplasma gondii, pueden ser un problema mucho más grande de lo que pensamos, debido a su larga vida aparente y su asociación con algunas enfermedades. En Estados Unidos, los patios y comunidades contienen entre tres y cuatrocientos ooquistes por pie cuadrado. Basta uno solo para para infectar a un humano.
Los gatos se infectan cuando atrapan ratones infectados, aves y otros pequeños mamíferos. Posteriormente, el gato infectado propaga los ooquistes a través de sus heces en el suelo, el agua, la hierba, etc.
Ahora bien, si una persona tiene un gato, y no hay ratas o ratones en su casa y la mascota permanece allí todo el tiempo, no hay nada de qué preocuparse. Pero si pasa tiempo al aire libre, debe tenerse especial cuidado con las cajas de arena, también se recomienda utilizar guantes durante las actividades de jardinería.
Las pruebas sólo son necesarias en el caso de las mujeres embarazadas, después de todo, el quince por ciento de nosotros cuenta con anticuerpos, así que alguien puede dar positivo un día y negativo al siguiente.
