Un nuevo dispositivo llamado Quick Trainer, que combina una plataforma de sensor portátil, la tecnología Bluetooth, un dispositivo iOS y una aplicación de acompañamiento, ayudará a que los niños con discapacidad intelectual puedan ir al baño.
Desarrollado por los investigadores de la Universidad de Rochester, este entrenador alerta a los padres en el momento en que el niño comienza a orinar, así los adultos podrán llevarlos al baño y animarlos a que lo utilicen. Si todo va bien, se les recompensa con dulces o golosinas para alentarlos a que se dirijan al sanitario la próxima vez que surja la necesidad.
El dispositivo cuenta con un sensor desechable, semejante a un pantiprotector, que encaja en la ropa interior del niño y un transmisor de Bluetooth que encaja perfectamente sobre el sensor. La almohadilla del sensor está hecha con tela suave y un hilo conductor sensible a la humedad. Así, cuando el niño tiene un accidente, se forma un circuito que activa los sensores, avisando al dispositivo iOS de los padres sobre el incidente en cuestión.
El cuidado del niño en ese momento se convierte en un proceso sencillo de cuatro pasos. El padre o tutor permite al niño saber que es hora de ir al baño y lo lleva hasta allí. Posteriormente se les anima a sentarse en el orinal, esperando al menos cinco minutos para darles el tiempo suficiente.
Si el pequeño lo logra con éxito, recibe una recompensa basada en dibujos personalizados, canciones o videos. Si el niño ha terminado antes de llegar, se le agradece el esfuerzo, recordándole que la próxima vez obtendrá una recompensa.
