Los investigadores de la Universidad de Bonn han tratado a un grupo de ratones con Viagra y descubrieron que este medicamento convierte las células de grasa blanca, en células de grasa marrón.
Se descubrió recientemente que las células de grasa color marrón, queman la energía de los alimentos ingeridos y la convierten en calor, en lugar de almacenar el exceso de energía. El Viagra también parece reducir (al menos en los roedores) el riesgo de otras complicaciones causadas por la obesidad.
El Viagra, también conocido como sildenafil, se utiliza para tratar la disfunción eréctil, la hipertensión arterial pulmonar y el mal de altura. Este medicamento aumenta los niveles del mensajero intracelular llamado guanosín monofosfato cíclico, éste produce la relajación de los músculos lisos, asegurando así el suministro de sangre para una erección.
Los ratones recibieron diez veces la dosis máxima de uso durante siete días. De esta forma los investigadores descubrieron que un número significativo de células de grasa blanca en los animales, se había convertido en células de grasa mucho más saludable. El estudio también estableció que los altos niveles de guanosín monofosfato cíclico evitan la hipertrofia en las células blancas restantes.
Dicho de otro modo: cuando las células de grasa blanca almacenan más energía, incrementan su tamaño en lugar de dividirse en un conjunto más amplio de células. Hacen esto hasta alcanzar cuatro veces su tamaño normal; momento en el que finalmente se dividen. Antes de que ocurra esta división, la hipertrofia de las células de grasa blanca hace que liberen citoquinas, que son inmunomoduladores que cambian el estado inmune del cuerpo. En este caso superan la acción del sistema inmunológico, lo que lleva a una inflamación crónica, la cual es la base de la mayoría de las condiciones de salud crónicas. Las citoquinas de grasa blanca son particularmente dañinas para los tejidos del corazón.
Cabe señalar que el estudio no se llevó a cabo en seres humanos. Ingerir grandes cantidades de Viagra con el fin de cambiar nuestro sistema inmunológico, no sólo implica comprar un medicamento demasiado caro, tampoco es un curso de acción ideal. Así que todavía pasará algún tiempo antes de que los investigadores encuentren compuestos adecuados para disminuir las células de grasa blanca en las personas.
