Las últimas investigaciones sobre la enfermedad de Alzheimer, sugieren que este padecimiento puede ser más común de lo que se pensaba, sobre todo en la vejez avanzada. Y a medida que la esperanza de vida se extiende, la investigación sobre la prevención y el tratamiento de esta enfermedad se ha convertido en algo mucho más importante.
Los investigadores de la Universidad Rochester han seguido una hipótesis cada vez más creíble de que el consumo de cobre podría desempeñar un papel en el desencadenamiento de la enfermedad de Alzheimer. Ya que la exposición del cerebro al cobre no sólo estimula la producción de la proteína beta-amiloide que caracteriza a los cerebros enfermos de Alzheimer, sino que también disminuye los esfuerzos del cerebro para limpiar la placa.
El cobre se encuentra en alimentos como las carnes rojas, los mariscos, los frutos secos, las semillas y el agua del grifo transportada en tubos de cobre. Es capaz de romper la barrera de la sangre en el cerebro, interfiriendo con los procesos celulares sanos de este órgano.
Para el estudio se administró agua en un grupo de ratones, que contenía sólo una fracción de la cantidad de cobre que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha considerado segura para el consumo humano. Los científicos observaron que el cobre se acumulaba en las paredes de los vasos capilares que alimentan el cerebro, dañando posiblemente la barrera de protección.
Los investigadores observaron que al estar expuestas al cobre de esta forma, las células cerebrales aumentaron su producción de beta-amiloides, un subproducto de la actividad cerebral que un cerebro sano puede eliminar. El cobre también interactuó con la proteína, causando la formación de trozos más grandes que eran muy difíciles de limpiar para el cerebro.
Ya que el cobre es un nutriente vital, los investigadores hacen hincapié en que los individuos no deben reducir drásticamente su consumo. Al menos hasta que sus conclusiones sean confirmadas por futuras investigaciones. Además, el objetivo inmediato del equipo de científicos es el de retrasar la progresión de la enfermedad, ya que actualmente no hay un tratamiento específico para este padecimiento.
