Esta podría ser la nueva generación de supercomputadoras

Generacion supercomputadora
La Ingeniería suele inspirarse en la naturaleza con frecuencia, imitando desde los ganchos en el velcro hasta los dentículos dérmicos en la piel del tiburón para usarlos en trajes de baño. Por si esto fuera poco, se está llevando a cabo un proyecto que intenta construir una computadora basada en el cerebro humano.

El proyecto se llama SyNAPSE y los científicos a cargo, anunciaron el año pasado que habían logrado simular cien billones de sinapsis del cerebro de un mono en ‘Sequoia’, una de las supercomputadoras más poderosas del mundo.

Ahora, en lugar de escribir algoritmos inspirados en el cerebro con sistemas tradicionales, han inventado un nuevo chip ‘neuromórfico’ y un lenguaje de programación (True North) para construir aplicaciones en él. Dharmendra Modha, un empleado de IBM que encabeza el proyecto, nos dice que no tiene sentido conservar un lenguaje de programación de la época anterior para tratar de adaptarlo a una nueva arquitectura. Lo que debemos hacer es regresar a la noción misma de lo que significa la programación.

La computación clásica es muy buena para el procesamiento de números, de hecho supera ampliamente las capacidades humanas, sin embargo, este enfoque clásico no es muy adecuado para la creatividad o la inteligencia adaptativa. El lenguaje de programación True Norh se basa en una red de núcleos neurosinápticos, que pone a la memoria, el procesamiento y la comunicación en una relación bastante estrecha para que puedan funcionar en paralelo, tanto como lo hace el cerebro.

Al principio los programadores tenían que codificar los núcleos neurosinápticos de forma individual, ahora el lenguaje incluye ciento cincuenta ‘corelets‘ o grupos de núcleos con funciones similares (por ejemplo, la detección de los bordes, la percepción del sonido o la identificación de colores). De esta forma los desarrolladores sólo necesitarán saber la función general de un corelet para integrarlo en una aplicación.

Más allá de la realización de una computación cognitiva, los científicos de SyNAPSE esperan que los nuevos chips lleven a los ordenadores a ser tan eficientes como el cerebro humano, que consume menos energía que un bombillo y ocupa menos espacio que una bebida de dos litros.

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