Los escáneres biométricos son una fuente de interés en la búsqueda de nuevos métodos de identificación que no pueden ser falsificados. Pero la pregunta que surge es ¿Qué partes de la anatomía de un individuo son verdaderamente inmutables, a pesar de su edad o de una cirugía plástica potencial?
La primera patente para realizar exploraciones de reconocimiento de iris ya existía desde el año 1980, aunque era mejor conocida como un escáner de retina. Incluso en la India, donde una gran parte de la población es analfabeta, se utilizan estos métodos biométricos para servir a la población y llevar un programa eficaz de identificación nacional.
Sin embargo, algunos investigadores que han estudiado la tecnología de escaneo del iris, han encontrado demasiada variedad en las exploraciones generadas a través del tiempo por una sola persona. Según un nuevo informe del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, el iris sólo ofrece un medio estable de identificación biométrica para un máximo de diez años cada vez.
Así es, incluso el iris se ve afectado por el envejecimiento, lo que hace que las pupilas se encojan ligeramente. Una posible solución es actualizar las bases de datos cada diez años. Este método de renovación ya existe en varios países para los documentos de identidad con fotografía.
Los factores ambientales también pueden modificar el iris de un sujeto. Desde las cirugías de cataratas, hasta la luz o la dirección de la mirada; todo esto puede alterar la imagen del iris. Aunque los lentes de contacto no engañan a los escáneres que se basan en el reconocimiento de patrones y que ven más allá del color.
Quizá esta tecnología necesite de algunos años más para alcanzar la precisión deseada, mientras tanto seguirá compitiendo para convertirse en una base dominante para la identificación biométrica, en un mundo donde prevalece el reconocimiento por huellas dactilares, facial o el reconocimiento de voz.
