Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge, afirma que las mujeres con anorexia nerviosa tienen algunos de los rasgos observados en las personas con autismo.
La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio en el cual los pacientes tienen una preocupación anormal por la comida y se niegan a mantener un peso corporal mínimo. Este padecimiento puede ser el resultado de una combinación de factores, como la presión social, la predisposición genética, la dismorfia cultural (enfermedad mental crónica en la que la persona no puede dejar de pensar en un defecto de su apariencia) y las dinámicas familiares (que es la forma en que los miembros de una familia interactúan entre sí).
Los investigadores agregaron que las mujeres con anorexia están más interesadas en los comportamientos sistemáticos (esto se refiere a la tendencia de una persona a repetir patrones y sistemas basados en reglas previsibles), y tienen una puntuación por debajo del promedio en las pruebas de empatía, en comparación con otras mujeres de la misma edad que no padecen este trastorno.
El autismo y la anorexia, a primera vista, parecen ser completamente distintos. Sin embargo, ambos presentan características similares, entre ellas están: la fascinación por los detalles, una tendencia a centrarse en uno mismo y las actitudes rígidas, acompañadas de comportamientos inflexibles. En lo que se refiere a la percepción social, la anorexia y el autismo comparten cambios similares en la estructura y función de algunas regiones del cerebro.
El autismo se diagnostica con mayor frecuencia en los hombres, no obstante, la presente investigación sugiere que la proporción de mujeres con autismo puede ser pasada por alto o mal diagnosticada, debido a que la anorexia se considera simplemente como un trastorno de la alimentación.
Reconociendo que algunos pacientes con anorexia pueden tener un número elevado de rasgos autistas, el tratamiento de esta condición podría tener nuevos enfoques, por ejemplo, intercambiando los intereses fuera del cuerpo, el peso o la dieta a un tema diferente, pero conservando el enfoque sistemático. En el caso de los pacientes con anorexia, se les brindaría apoyo con las habilidades sociales o de comunicación y con la adaptación al cambio.
