La anestesia local implica adormecer una parte específica del cuerpo para evitar cualquier sensación de dolor durante los procedimientos quirúrgicos. En otras palabras, es un fármaco anestésico que tiene efectos para bloquear la sensibilidad táctil de una persona, y se aplica a una cierta parte del cuerpo del paciente.
Este proceso suele combinarse con algunos sedantes, que tranquilizan al paciente, reduciendo sus niveles de estrés, por lo que pueden someterse a una cirugía sin experimentar dolor o una molestia insoportable.
En muchos casos, la anestesia local se considera más segura que la anestesia general (cabe mencionar que algunos científicos franceses han vinculado el uso de la anestesia general con el posible desarrollo de la demencia en las personas de edad avanzada). Aún así, no es raro que los anestesistas combinen ambos métodos de anestesia.
De acuerdo con la Fundación Nemours, el tipo de anestesia dependerá de muchos factores, incluyendo la edad del paciente, el peso, las alergias que pueda tener, qué parte del cuerpo debe ser operada y su estado de salud al momento de la intervención.
Como la anestesia local sólo dura un corto periodo de tiempo, se utiliza principalmente para procedimientos ambulatorios menores, donde el paciente puede dejar el hospital el mismo día de la cirugía.
