Los científicos de la Universidad Autónoma de Madrid, en España, han desarrollado una cepa del coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio, también conocido como MERS-CoV, que podría ser utilizada para desarrollar una vacuna contra el patógeno mortal.
Según la Organización Mundial de la Salud, el virus hasta ahora ha infectado a ciento catorce y ha matado a cincuenta y cuatro personas desde septiembre de 2012. Los investigadores crearon la cepa llamada rMERS-CoV [delta] E, dicha variante tiene una mutación en su envoltura de proteína, que le permite infectar un número limitado de células y replicarse, pero no puede extenderse a los tejidos circundantes ni causar la enfermedad.
Esta es una característica importante para una vacuna, porque se necesita una cantidad suficiente del virus vivo para provocar una respuesta inmune y producir anticuerpos, pero no tanto que sobrepase al cuerpo y desarrolle la enfermedad.
Los investigadores dicen que con otras modificaciones en la cepa de laboratorio, podrían ofrecer un punto de partida viable para el desarrollo de una vacuna viva atenuada, segura y eficaz contra el MERS.
Después de inyectarse, la vacuna sólo se replicará en un número reducido de células y producirá suficiente antígeno para inmunizar al huésped. Además, el huésped no será capaz de infectar a otras personas, incluso si están en contacto cercano con la persona vacunada.
Uno de los principales temores de las autoridades sanitarias, es que el virus pueda mutar a una forma que se transmita fácilmente a los seres humanos. Lo que podría dar lugar a una epidemia generalizada. Para estar preparados, los científicos han secuenciado el genoma completo del virus, para mutar varios de sus genes y observar el efecto que tiene en su capacidad para infectar a las células humanas cultivadas.
Esta solución es prometedora, pero aún queda mucho trabajo por hacer antes de pasar a los ensayos clínicos.
