Científicos logran cultivar células cardíacas para combatir las secuelas de un infarto

Celulas cardiacas infarto
Cuando se produce un ataque al corazón, el tejido cardíaco muerto resultante es reemplazado por tejido cicatricial incapaz de expandirse y contraerse. Esto significa que la víctima queda con un corazón debilitado de forma permanente.

Por esta razón, existen numerosos estudios que están buscando formas en las que el tejido muerto pueda sustituirse por tejido cardíaco funcional. Mientras que la mayoría de los tejidos cultivados en el laboratorio han utilizado fibras rígidas como base, los científicos de la Universidad de Tel Aviv tuvieron otra idea: si el tejido cardíaco tiende a expandirse y contraerse ¿Por qué no hacer uso de fibras elásticas?

Normalmente el tejido del corazón se cultiva en el laboratorio (o en el paciente) sembrando una pequeña estructura de células cardíacas en tres dimensiones a nanoescala. A continuación, se deja que las células crezcan juntas. Esta estructura tiene el mismo propósito que el colágeno, y funciona como la matriz extracelular que apoya de manera natural las células en el corazón.

La mayoría de los estudios previos han utilizado estructuras de crecimiento que son relativamente sencillas. Los científicos de Tel Aviv sin embargo, notaron que las fibras de la matriz extracelular en los corazones de las ratas tenían en realidad una forma espiral. Por esta razón los investigadores decidieron crear versiones artificiales de esas fibras, utilizando técnicas para formar algo parecido a diminutas cuerdas similares a las de un cable telefónico.

Este tejido de fibras rizadas, hecho con células cardíacas, superó el efecto de los tejidos hechos con fibras rígidas al momento de funcionar como un tejido cardíaco más natural. Dicho de otro modo, el tejido elástico se contrajo con mayor fuerza y menor resistencia mecánica.

Se espera que los ensayos clínicos comiencen tan pronto se haya refinado el proceso de creación del tejido elástico.

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