Durante el embarazo puede ser difícil no ceder a los antojos de los alimentos poco saludables. Pero los investigadores de la Universidad de Deakin han encontrado que las madres que comen comida chatarra durante el embarazo, tienen más probabilidades de tener hijos con problemas de salud mental.
El estudio analizó a más de veintitrés mil madres que formaban parte de un estudio noruego de maternidad. Los científicos reunieron información sobre la dieta de las mujeres durante el embarazo y la dieta de sus bebés, desde los dieciocho meses de edad hasta los tres años.
También se les pidió a las madres que completaran algunos cuestionarios cuando sus hijos cumplieron dieciocho meses, tres y cinco años, para establecer los siguientes síntomas: depresión, ansiedad, trastorno de la conducta o trastorno de hiperactividad con déficit de atención.
Luego los investigadores analizaron la relación entre las madres y las dietas de los niños, los síntomas de salud mental y los comportamientos de los niños entre los dieciocho y los cinco años de edad.
Los resultados revelaron que las madres que comen más alimentos poco saludables durante el embarazo; como bebidas dulces, cereales refinados y alimentos salados, tienen hijos con mayores problemas de conducta, como agresión o rabietas. Por otro lado, los niños que comen alimentos menos saludables en sus primeros años de vida, o que carecen de alimentos ricos en nutrientes, también muestran mayor agresividad en su comportamiento, y en algunos casos depresión o ansiedad.
Esto sólo sugiere que las cuestiones de la dieta y la salud mental, son temas que se desarrollan de manera paralela respecto a la edad. Dicho de otro modo, la comida chatarra puede tener un impacto considerable en el desarrollo de depresión, ansiedad e incluso la demencia. Basta con mirar los cambios en nuestro sistema alimentario, donde los alimentos procesados presentan varias deficiencias para la nutrición, dando lugar a un aumento masivo de las enfermedades relacionadas con la obesidad.
