Un equipo de investigadores de la Escuela Universitaria de Medicina de Washington, afirma que las niñas que consumen mantequilla de maní durante sus años de escuela secundaria, podrían estar mejorando la salud de sus pechos en la edad adulta.
Se encontró que las niñas de entre nueve y quince años que comieron mantequilla de maní y nueces dos veces por semana, eran treinta y nueve por ciento menos propensas a desarrollar una enfermedad benigna de mama a la edad de treinta años, en comparación con las niñas que no lo hicieron.
La enfermedad benigna de la mama incluye bultos o manchas sensibles que resultan ser tejido fibroso y/o quistes, así como otras enfermedades como la hiperplasia (un crecimiento excesivo de las células que recubren los conductos del tejido mamario glandular). A pesar de que esta enfermedad benigna no es cancerosa, sí puede elevar el riesgo de desarrollar cáncer de mama en el futuro.
Para el estudio se analizó una serie de datos de salud, obtenidos de nueve mil colegialas estadounidenses entre el año 1996 y hasta el 2001. Esto incluye información detallada sobre el consumo de alimentos, así como el registro de cuestionarios donde se menciona la frecuencia alimenticia.
Los datos también incluyen informes de las niñas entre 2005 y 2010, cuando tenían entre dieciocho y treinta años de edad, y donde indicaban si alguna vez habían sido diagnosticadas con enfermedad benigna de mama, confirmada por biopsia.
Al comparar los datos, los investigadores encontraron que las participantes que habían comido mantequilla de maní o nueces dos veces por semana, eran treinta y nueve por ciento menos propensas a tener problemas de mama, en contraste con sus compañeras que no comían esos alimentos.
Las niñas con antecedentes familiares de cáncer de mama también presentaron un riesgo significativamente menor cuando consumieron estos alimentos o grasa vegetal. El presente estudio es el primero en encontrar evidencia fidedigna sobre los datos de alimentación en la adolescencia, en oposición al método anterior, que consistía en preguntar a las mujeres jóvenes por los alimentos que comían cuando estaban en la escuela secundaria.
Aunque todavía se realizarán más investigaciones, los especialistas recomiendan que las chicas coman más mantequilla de maní y nueces, y menos comida chatarra o bebidas azucaradas, especialmente para evitar el desarrollo de la obesidad, el riesgo de muerte por cáncer y las enfermedades del corazón.
