La tortura puede alterar a largo plazo nuestra percepción del dolor

Tortura dolor cronicoLos investigadores de la Universidad de Tel Aviv, afirman que los sobrevivientes de la tortura son más propensos a experimentar dolor crónico, incluso décadas después. De hecho, sostienen que los efectos de la tortura pueden ser permanentes, sobre todo por la forma en que los sobrevivientes perciben el dolor.

Si una persona ha experimentado el dolor extremo, el recuerdo puede quedarse. Los estudios han demostrado que la memoria del dolor puede incluso eclipsar la experiencia primaria. Por desgracia, los científicos han demostrado que cuando los pacientes anticipan el dolor, éste tiende a empeorar. En contraste, incluso la expectativa de alivio al dolor puede producir un efecto placebo, disminuyendo la experiencia desagradable.

Dicho de otro modo, los sobrevivientes de tortura, regulan el dolor de una manera disfuncional.

Un ensayo realizado con ciento cuatro veteranos de combate israelíes de la Guerra de Yom Kippur en 1973, fueron reclutados para el estudio y se sometieron a una serie de pruebas psicofísicas de dolor. Los ensayos fueron diseñados para ver si la inhibición del dolor (la forma en que el cuerpo disminuye una respuesta dolorosa a otra) y la excitación del dolor (el grado en el que la exposición repetida al mismo estímulo aumenta la experiencia del dolor) estaban alteradas después de la tortura.

El estudio mostró que los sesenta veteranos que habían sido prisioneros y sometidos a tortura mostraron que su inhibición del dolor había disminuido y la excitación al dolor se había incrementado, en comparación con los cuarenta y cuatro veteranos que no habían sido tomados prisioneros o sometidos a tortura.

Los investigadores señalan que no pueden estar seguros de si esta disfunción es consecuencia de la tortura o de años de sufrir dolor crónico. Sin embargo, afirman que el análisis estadístico apoya la idea de que la tortura tuvo un efecto directo en la capacidad de la persona para regular el dolor. Incluso podría esperarse el mismo resultado de la tortura psicológica; aunque el análisis preliminar sugiere una conexión, todavía son necesarias más pruebas para vincularlos.

Es importante recordar que el dolor es una experiencia subjetiva, pero su carga tiene consecuencias de largo alcance.

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