En el invierno y durante todo el año, cuida tu salud de los ácaros del polvo

Invierno acaros polvoLos ácaros del polvo son insectos microscópicamente pequeños que se desarrollan en el polvo doméstico. La ropa de cama, las alfombras y los muebles tapizados son el alojamiento ideal para estos pequeños animales, que por cierto, aman las condiciones cálidas y húmedas. Así que muchos de los hogares con calefacción, propician el ambiente perfecto para criarlos.

La gravedad de una reacción alérgica a los ácaros del polvo difiere entre las personas. Los que tienen una reacción leve pueden sufrir ataques ocasionales de estornudos, ojos llorosos y secreción nasal. Para algunas personas menos afortunadas, la condición es crónica, y provoca estornudos persistentes, congestión, presión facial y tos.

Las personas con asma pueden experimentar opresión en el pecho y escuchar un sonido sibilante y sonoro cuando exhalan. Para complicar aún más su situación, también pueden tener problemas para dormir en su lucha por recuperar el aliento o por resistir los ataques de tos.

Las infecciones en los senos -espacios huecos que conectan los conductos nasales- son otra complicación de la alergia a los ácaros de polvo. La inflamación crónica de los tejidos en las fosas nasales puede bloquear los senos paranasales. Esto aumenta la probabilidad de desarrollar sinusitis y otras infecciones.

Si bien muchas personas pueden ver su cama como un santuario, los ácaros del polvo podrían hacerlo también. Dependiendo de la edad de un colchón, puede ser el hogar de entre uno y diez millones de ácaros del polvo.

Lo que resulta aún más aterrador, es que el peso del colchón se puede duplicar en diez años debido a una infestación de ácaros del polvo. Una almohada también puede contener un número considerable, pesando aproximadamente un diez por ciento más después de un año.

Es importante señalar que las alergias invernales podrían verse agravadas por causa de la sensibilidad a los ácaros del polvo.

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