La diabetes mellitus es una de esas condiciones que, si bien puede sonar intimidante, se puede entender y manejar mucho mejor cuando se tiene información clara y confiable. Hoy te voy a explicar qué es, cuáles son sus tipos más comunes y los síntomas clave que podrías notar si algo no va del todo bien con tu salud.
Imagina por un momento que el cuerpo es como una gran empresa, y la glucosa (el azúcar en la sangre) es el combustible que permite que todo funcione. Para que esa energía se distribuya, se necesita una hormona clave: la insulina. Esta es producida por el páncreas y es la encargada de llevar la glucosa a las células.
Cuando hay diabetes mellitus, ese proceso deja de funcionar correctamente.
¿Qué es exactamente la diabetes mellitus?
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica en la que el cuerpo no puede regular adecuadamente los niveles de glucosa en sangre. Esto puede deberse a dos razones: o bien el cuerpo no produce suficiente insulina, o bien no la utiliza de forma eficiente.
Con el tiempo, si no se trata, puede provocar complicaciones graves como daño en los riñones, problemas de visión, enfermedades cardíacas e incluso amputaciones. Pero no todo es negativo: con educación y cambios de hábitos, se puede vivir una vida larga y plena con esta condición.
Tipos de diabetes mellitus
Hay varios tipos, pero los tres principales son:
1. Diabetes tipo 1
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Aparece generalmente en la infancia o juventud.
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Es autoinmune: el cuerpo ataca por error las células del páncreas que producen insulina.
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Requiere inyecciones de insulina diarias para sobrevivir.
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Suele aparecer de forma repentina.
2. Diabetes tipo 2
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Es la más común, y suele aparecer en adultos, aunque cada vez afecta a más jóvenes.
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El cuerpo sigue produciendo insulina, pero no la usa bien (esto se llama resistencia a la insulina).
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Está muy relacionada con el estilo de vida: mala alimentación, sedentarismo, sobrepeso.
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Puede controlarse con dieta, ejercicio y, en algunos casos, medicamentos orales o insulina.
3. Diabetes gestacional
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Ocurre durante el embarazo.
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Aunque suele desaparecer después del parto, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante.
Síntomas clave que no debes ignorar
Reconocer los síntomas tempranos puede marcar la diferencia en el tratamiento. Aquí algunos de los más comunes:
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Mucha sed todo el tiempo
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Ganas de orinar frecuentemente
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Cansancio extremo
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Visión borrosa
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Pérdida de peso sin razón aparente
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Hambre constante
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Heridas que tardan en sanar
Si sientes varios de estos síntomas, es buena idea acudir a un médico y hacerte una prueba de glucosa. No lo dejes pasar, aunque te sientas “más o menos bien”.
Un consejo de amigo
La diabetes no siempre da señales claras al principio, por eso se le conoce como una “enfermedad silenciosa”. Lo mejor que puedes hacer es conocer tu cuerpo y actuar a tiempo. Hazte chequeos regulares, mantén un estilo de vida activo y no subestimes la importancia de lo que comes.
Con el conocimiento adecuado, el miedo se transforma en acción, y la acción en bienestar.