Independientemente de factores como el estrés o la predisposición genética a la calvicie, las personas que quieran cuidar de su cabello, deberían considerar los siguientes alimentos en su dieta.
El huevo es una gran fuente de proteína, es un alimento cargado con cuatro minerales esenciales: el zinc, selenio, azufre y hierro. Este último es especialmente importante, porque ayuda a transportar el oxígeno a las células de los folículos pilosos. Es por esto que las personas que padecen anemia, sufren una importante pérdida cabello, especialmente las mujeres.
Las espinacas contienen hierro, betacaroteno, ácido fólico y vitamina C, todos en conjunto ayudan a mantener sanos los folículos del cabello y a una buena circulación de los aceites en el cuero cabelludo. También pueden incluirse en las dietas, alimentos de hoja verde como el brócoli y las acelgas.
Las lentejas son potentes leguminosas repletas de proteínas, hierro, zinc y biotina, lo que las convierte en un alimento básico, ideal para vegetarianos y no vegetarianos, preocupados por la salud de su cabello. Los yoghurts están enriquecidos con vitamina B5, también conocido como ácido pantoténico (un ingrediente que muchas personas han visto con seguridad en la etiqueta de más de un champú) éste es uno de los mejores amigos del cabello, junto con la vitamina D.
Las frutas exóticas podrán ir y venir, pero cuando se trata de vitamina C, los arándanos son rivales difíciles de superar. La vitamina C es esencial para la circulación en el cuero cabelludo, ya que ayuda a los pequeños vasos sanguíneos que alimentan los folículos. Una dieta baja en vitamina C puede conducir a un cabello quebradizo.
Ya que el cabello es prácticamente proteína, los alimentos como la carne de pollo y res son literalmente la base del cuerpo para un cabello sano. Sólo recuerda consumirlos perfectamente cocidos.
