Para muchos es imposible cuantificar el impacto social y emocional que implica la pérdida del cabello, prueba de ello son los miles de millones de dólares que se gastan al año en la búsqueda de una solución satisfactoria. La calvicie común o alopecia androgenética, influye directamente en la percepción que las personas tienen sobre su atractivo y afecta en gran medida su condición de vida.
Para buscar una salida al problema de la calvicie, se creó un instituto de investigación, dedicado a la regeneración de las células capilares. Esta técnica permitiría producir tantos cabellos como sean necesarios, sin recurrir necesariamente a un donador o a la extracción de un gran número de folículos del paciente.
El Instituto de Investigación Aderans (ARI por sus siglas en inglés), puede crear un número ilimitado de células capilares a través del método Ji Gami, este proceso prácticamente multiplica el cabello, clonándolo, ya que al cultivar las células en condiciones controladas, estas pueden ser inyectadas posteriormente en el cuero cabelludo, para estimular el crecimiento de nuevo cabello.
Los métodos tradicionales, limitan a los candidatos a recibir el tratamiento por el número cabellos en su cabeza. Sin embargo, los candidatos a la regeneración capilar no se encontrarían con estas limitantes, al recibir células de su propio cabello que evitan algunas de las complicaciones de los métodos alternativos.
