Cuando comienza un nuevo año, viene acompañado de muchas reflexiones, respecto a lo que queremos y las cosas que hemos hecho, sin embargo, hay una pregunta que pocas veces nos hacemos: ¿Somos felices? Y si así fuera ¿Qué tan felices somos?
Esta es una pregunta esencial que podría ayudarnos a definir mejor nuestros planes a corto y largo plazo. Y es que Paula Davis, una famosa escritora experta en el manejo de estrés, que cuenta además con una maestría en Psicología Positiva Aplicada, nos dice que las personas felices son capaces de hacer algunas cosas de manera distinta.
Por ejemplo, una persona feliz construye un tejido social más fuerte y tiende a mantenerse en contacto con su familia y la comunidad. Estas conexiones actúan como un amortiguador para la depresión y crean lazos fuertes y significativos. Si tomamos en cuenta que la Organización Mundial de la Salud, predice que para el año 2020 la depresión será la segunda causa de mortalidad en el mundo, sería bueno considerar qué tanto puede afectar a los demás desligarse de las personas, la comunidad y sus familias.
Las personas felices se involucran en actividades que se adaptan a sus fortalezas, valores y estilos de vida. Esto parece importante si consideramos que la felicidad no es algo que se alcanza en un par de meses, después de todo, la búsqueda de la felicidad es un ejercicio que se lleva a cabo constantemente.
Practicar la gratitud le hace bien al cuerpo, una persona feliz supera mejor el estrés, aumenta su autoestima, puede lidiar mejor con situaciones traumáticas y sobre todo, la gratitud está ligada fuertemente con la satisfacción de vida.
Además de su optimismo, las personas felices son conscientes de que las situaciones difíciles no son para siempre, y sorprendentemente son muy buenas evitando que las dificultades de un ámbito específico de su vida se filtre a los demás. También tienen una perspectiva saludable sobre cuál es el verdadero bienestar que las posesiones materiales pueden traer. Dicho de otro modo, un iPod nuevo los alegraría, pero su felicidad no está ligada por completo sólo a uno o más objetos. Normalmente las personas jóvenes que muestran una fuerte búsqueda de posesiones y dinero, suelen ser las más insatisfechas en la madurez.
La gente feliz tiene una dirección, trabaja proponiéndose metas y se concentra en la solución de problemas. Si encuentran una adversidad, desarrollan estrategias y eligen los resultados que vale la pena trabajar. En cierto modo, una persona feliz cuida intrínsecamente de su salud. Más allá de hacer ejercicio, el vivir con menos estrés los ayuda a mantenerse saludables.
