Últimamente, muchas celebridades han comenzado a poner de moda las virtudes de una dieta de desintoxicación, al grado en que podría parecer bastante tentadora para más de uno. Sin embargo ¿Qué tan saludables son?
Pierde peso en tan sólo diez días; gánale a la celulitis para siempre; díle adiós a la hinchazón del vientre; consigue una piel radiante; etc. Estas son sólo algunas de las promesas que ofrecen las dietas de desintoxicación, y aunque parecen algo convincentes, muchos expertos se cuestionan cómo son realmente estas dietas que afirman ser tan provechosas.
Los defensores de este tipo de dietas afirman que nuestro cuerpo está cargado constantemente con toxinas, como resultado de llevar una mala alimentación, el alcohol, la cafeína, nicotina y hasta el humo que respiramos cada día. A medida que esas toxinas se acumulan en el sistema, los riesgos de padecer problemas de salud se incrementan. Por ejemplo, el aumento de peso, dolores de cabeza, la celulitis, en fin, una falta generalizada de bienestar físico.
La dieta de desintoxicación comprende varios métodos, como eliminar dichas toxinas a través de saunas, enemas del intestino, ingerir suplementos de hierbas. Otros recomiendan bebidas especiales, eliminar alimentos de nuestra dieta como la carne, el pescado, productos de trigo, el café, la sal y el azúcar.
Sin embargo, los científicos afirman que no hay evidencia científica que sugiera que nuestros cuerpos necesiten ayuda para deshacerse de los residuos si estamos sanos. Después de todo, la mayoría de los nutriólogos creen que nuestro hígado, los pulmones, la piel y nuestros riñones son perfectamente capaces de excretar los residuos sin la ayuda de la ‘desintoxicación’ porque nuestros órganos están diseñados para hacer eso.
Una dieta de desintoxicación suele eliminar los lácteos de nuestros alimentos diarios, esto puede traer graves problemas para la obtención de calcio, mineral esencial para mantener fuertes los huesos y evitar la osteoporosis. Por otro lado, la posible sensación de bienestar al seguir una dieta de esta naturaleza puede deberse a que mantenemos el cuerpo mejor hidratado al consumir más agua, y en general al consumo abundante de frutas y verduras.
Por esta razón, puede notarse que las posibles ventajas radican únicamente en incluir más alimentos saludables y eliminar la comida chatarra de nuestros hábitos alimenticios. No obstante, una dieta que no mantenga especial atención en que el cuerpo reciba todos los nutrientes necesarios, podría llevar sólo a una pérdida de peso temporal, fatiga, dolores de cabeza, y en casos más extremos una baja inmunidad ante enfermedades.
