AbioCor, un corazón artificial que sorprende

Corazon artificialLos pacientes que sufren de insuficiencia cardíaca, pueden recurrir a un trasplante de corazón, no obstante ¿Qué ocurre con las personas que no son elegibles para un corazón donante? Aquellos pacientes que están en peligro inmediato de muerte y presentan una falla terminal en ambos lados del órgano, quizá podrían tener un corazón artificial.

Existe un sistema fabricado por la empresa Abiomed, llamado AbioCor, éste dispositivo usa la presión hidráulica para bombear la sangre entre las dos cámaras, simulando el efecto del corazón humano. Sin embargo ¿Podría el corazón artificial poner fin a las largas listas de espera de pacientes que buscan un donador?

La tecnología inalámbrica y un microprocesador interno, convierten al AbioCor en una mejor opción que sus predecesores. Todo el sistema se implanta durante un procedimiento en donde se corta el corazón enfermo y las arterias se sujetan sobre la unidad torácica. Los cables se colocan en el cuerpo hasta el abdómen, donde se implanta un controlador y la batería. Posteriormente dichos cables se conectan a un receptor implantado en el pecho llamado Dispositivo de Transferencia de Energía Transcutáneo (TET por sus siglas en inglés). El uso de un dispositivo biomédico similar, en el exterior de la piel, permite a una batería externa alimentar el sistema sin tener cables que rompan a través de la piel del paciente.

La batería interna permite más movilidad por parte del paciente, ya que la fuente externa puede desconectarse hasta por cuarenta y cinco minutos, mientras su portador toma un baño o realiza otro tipo de actividades. Por desgracia, la duración de la batería puede parecer un problema, ya que sólo proporciona cuatro horas de energía antes de necesitar una recarga.

Otro par de inconvenientes del AbioCor son su peso y su tamaño, pesando prácticamente un kilo y ocupando el sitio de dos corazones, es difícil que el sistema entero pueda caber en las cavidades del pecho de algunos pacientes, sin mencionar a los niños. Los médicos también están pendientes por el desgaste de sus componentes de plástico y metal, ya que reemplazarlos requiere de una cirugía adicional.

Considerando lo rápido que la tecnología ha avanzado en estos años, quizá en un futuro pueda incrementarse todavía más la esperanza de vida en los pacientes que deban someterse a estos procedimientos e implantes artificiales.

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