¿Sabes qué ocurre con las células del feto durante y después del embarazo?

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El microquimerismo ocurre cuando las células de dos poblaciones genéticamente diferentes aparecen en el mismo tejido, órgano o individuo. Los trasplantes de órganos y el proceso de embarazo son un ejemplo de esto.

Se ha sabido por algún tiempo que durante el embarazo, las células fetales terminan circulando en la sangre de la madre. Sin embargo, un descubrimiento relativamente nuevo, reveló que estas células fetales no sólo permanecen en el torrente sanguíneo, sino que viajan a órganos como el corazón o el cerebro.

Hasta hace poco, las células fetales microquiméricas que circulaban hacia el cerebro materno, sólo habían sido vistas en ratones de laboratorio. Pero un nuevo estudio muestra que las células microquiméricas se comportan de la misma forma en los seres humanos.

Fueron científicos del Centro de Investigaciones del Cáncer Fred Hutchinson, quienes realizaron un análisis de reacción en cadena de la polimerasa (PCR por sus siglas en inglés) en el tejido de cincuenta y nueve autopsias hechas en cerebros femeninos. Ellos encontraron en el sesenta y tres por ciento de los cerebros, genes que son exclusivos del cromosoma y. Esto indicaba que dichos genes se habían originado a partir de un varón, hecho que significaba que en algún momento de sus vidas, esas mujeres habían dado a luz a un varón.

En conclusión, las células microquiméricas habían persistido en el torrente sanguíneo materno años después del embarazo. Ahora bien, lo impresionante de estas células fetales es que se asemejan a las células madre pluripotentes, las mismas que tienen la capacidad de convertirse en células del corazón o el cerebro.

Lo que esto significa en términos de funcionalidad aún es incierto, no obstante, el potencial de estas células para incorporarse e incluso reparar los tejidos de la madre es un área nueva e interesante de investigación médica. A pesar de esto, también es posible que las células inmaduras del sistema inmune del feto podrían propiciar la inflamación y la aparición de enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple en las mujeres. En el caso de un aborto, la placenta se destruye, generando una mayor transferencia de células microquiméricas al torrente sanguíneo.

Aún se necesitan más investigaciones para dilucidar el papel de estas curiosas células en la madre, y quizá algún día puedan ser manipuladas para ayudar en la reparación de tejidos. Mientras tanto, esto sólo demuestra lo fuertes y complejos que son los vínculos entre una madre y su hijo.

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