Cuando se padece de una enfermedad crónica como la diabetes, los desastres naturales pueden convertirse en un verdadero problema para la salud.
Una rutina diaria de alimentos es necesaria para mantener bajo control los niveles de glucosa en la sangre. La interrupción en la rutina y el estrés que conlleva una situación caótica, puede afectar de forma negativa el manejo de la enfermedad. Las personas que requieren insulina para mantener equilibrada el azúcar en su sangre, podrían no tener acceso a la atención médica habitual ni a los medicamentos o suministros médicos básicos.
Por estas razones, es importante estar preparado ante un desastre inminente, teniendo a la mano un listado de todas las condiciones médicas y cirugías previas. Respecto a la diabetes, deben incluirse todos los medicamentos, pasados y presentes; las reacciones adversas a algunos medicamentos y sus complicaciones. También es importante consultar con su médico la elaboración de una lista de medicamentos alternativos que puedan elegirse en caso de no contar con acceso a los habituales. De ser posible, trate de mantener un suministro para treinta días.
Tenga a la mano ropa protectora y zapatos resistentes para evitar lesiones en la piel. Ante una inundación, la presencia de agua o escombros contaminados se incrementa; revise sus pies diariamente en busca de ampollas, llagas o posibles infecciones.
Tomar las precauciones necesarias ayudará a evitar un aumento del estrés y una posible hiperglucemia. Y no lo olvide, a pesar de los cambios y actividades extra que conllevan los desastres naturales, no debe descuidarse la alimentación.
