Las tensiones emocionales y físicas pueden ser difíciles para cualquier persona. Cuando una persona padece diabetes, tiene la tarea adicional de coordinar todas estas actividades junto con el control de su enfermedad.
En muchas ocasiones, el cuidado de la diabetes se olvida cuando existen demasiadas ocupaciones; sin mencionar que el estrés aumenta los niveles de glucosa en la sangre. La causa es sencilla, el estrés provoca un aumento de adrenalina en el cuerpo, esto a su vez provoca que el hígado libere en el torrente sanguíneo, las reservas de glucosa y grasas que mantiene almacenadas para una respuesta de emergencia. Cuando esto ocurre los niveles de azúcar se disparan, y ya que esta energía extra no es aprovechada, termina por afectar la forma en que una persona se siente, haciéndola sentir cansada y sin energía.
Concentrarse en muchas cosas distintas no funciona muy bien para la mayoría de las personas, por el contrario, realizar múltiples tareas en lugar de enfocarse en realizar una a la vez, termina por tomar más tiempo de lo normal. Por esta razón, es importante realizar un pequeño análisis acerca de cuáles son las verdaderas prioridades y qué tareas pueden esperar un poco para resolverse.
En otras palabras, se trata de reducir un poco la velocidad y detenerse a observar cuidadosamente cada detalle. De esta manera lograremos darnos cuenta de que nuestra respuesta ante cada situación no tiene por qué ser automática o rutinaria; tanto en los momentos agradables como en los desagradables.
Basta con recordar dos palabras: priorizar y disfrutar.
