Una de las emociones más comunes que experimentan las personas frente a un diagnóstico de cáncer es la incertidumbre. El cáncer cambia a la gente de maneras que no siempre son visibles. En cierto modo, es como si su vida se viera interrumpida por esta enfermedad, dejando un sentimiento de pérdida de control.
Muchos pacientes comienzan a buscar un sentido o significado después de su diagnóstico y durante la intensa experiencia del tratamiento. Aunque suele ser ese proceso de búsqueda de sentido, lo que puede ayudar a lidiar con el estrés y los sentimientos de incertidumbre y miedo. Las personas pueden obtener un nuevo sentido de apreciación hacia la vida y una fuerte necesidad de comprender cuál es el gran propósito que deben completar en ella.
Todo el mundo trata con estas emociones de manera diferente. Encontrar la alegría y gratitud durante este tiempo no siempre es fácil, no obstante, vale la pena poner todo nuestro empeño en darle una oportunidad. Uno puede comenzar preguntándose quién es y por qué está aquí.
A medida que esta búsqueda de significado progresa, es posible considerar la idea de llevar un diario personal, utilizar el proceso creativo para descubrir emociones profundas con el arte, la meditación o la música. Lo principal es identificar las cosas que son más importantes en nuestra vida, de esta forma será más sencillo establecer planes a futuro.
Hablar con personas que han superado esta enfermedad compartiendo sus vivencias, es otra forma de encontrar sentido a su experiencia con el cáncer. Cabe la posibilidad de que así logremos identificar las áreas de nuestra vida que nos gustaría cambiar, y crear un plan acerca de cómo pensamos lograr estos cambios. Es importante centrarse en las cosas que traen felicidad personal y alegría.
