Es normal que una persona desee verse diferente o que quiera arreglar algo de sí misma. Sin embargo, cuando la preocupación es tan grande que comienza a hacerse cargo de sus hábitos alimenticios, sus pensamientos y su vida, entonces es signo de un trastorno alimenticio.
Cuando una persona sufre de anorexia, el deseo de perder peso es más importante que cualquier otra cosa, incluso puede perder la capacidad de verse a sí misma como realmente es. La anorexia es un trastorno grave que afecta tanto a hombres como mujeres sin importar su edad, puede dañar su salud e incluso poner en peligro su vida.
La anorexia nerviosa es un trastorno complejo de la alimentación, y sus principales características se manifiestan como un temor intenso a ganar peso, el rechazo a mantener un peso corporal saludable y con la percepción de una imagen distorsionada de su cuerpo.
Para las personas que sufren de anorexia nerviosa, el temor a engordar o el disgusto sobre cómo luce su cuerpo, se convierte en un factor detonante de estrés. Los pensamientos sobre la dieta y la alimentación pueden absorber la mayor parte del día, dejando poco tiempo para los amigos, familiares y otras actividades que antes disfrutaban. Dicho de otro modo: la vida se convierte en una búsqueda incesante de la delgadez que puede llegar a esfuerzos extremos, no sólo para evitar ganar peso, también para perderlo. Otro problema es que no importa lo delgada que esa persona llegue a ser; nunca es suficiente.
Mientras que las personas con anorexia suelen negar que tienen un problema, la verdad es que la anorexia es una enfermedad grave y potencialmente mortal. Afortunadamente, la recuperación es posible. Con tratamiento y apoyo, es posible romper el patrón autodestructivo de la anorexia, recuperar la salud y la confianza en uno mismo.
