Es importante entender que la anorexia responde a una necesidad en nuestra vida. Por ejemplo, cuando una persona se siente impotente en muchas áreas de su vida, pero puede controlar lo que come. Decirle no a los alimentos y controlar los números sobre una báscula, puede provocar que las personas se sientan fuertes y exitosas, al menos por un corto tiempo. Incluso pueden llegar a disfrutar el dolor que les provoca el hambre, tomándolo como un recordatorio de su ‘talento especial’ que la mayoría de las personas no puede lograr.
La anorexia también puede ser una manera de distraerse de las emociones difíciles. Cuando una persona pasa la mayor parte de su tiempo pensando en la comida, la dieta y la pérdida de peso, dejan de enfrentar otros problemas en su vida, evitando también el hacer frente a las situaciones complicadas.
Desafortunadamente, las dietas y la pérdida de peso no pueden reparar la autoimagen negativa de la persona con anorexia. La única manera de hacerlo es identificar la necesidad emocional que la sensación de auto-inanición está llenando y encontrar otras maneras de satisfacerla.
Una forma de comprender mejor esta situación es conociendo las principales diferencias entre llevar a cabo una dieta saludable y un caso de anorexia. Por ejemplo: una dieta saludable representa un intento de controlar el peso, mientras que la anorexia es un intento de controlar nuestra vida y emociones. También es importante notar si nuestra autoestima se basa en algo más que el peso y la imagen corporal, o se basa enteramente en cuánto pesamos o lo delgados que somos. Existe una gran diferencia entre quienes ven la pérdida de peso como una forma de mejorar su salud y apariencia y aquellos que lo ven como una forma de alcanzar la felicidad. Por último está el objetivo de perder peso de una forma saludable o cuando el ser delgado es todo lo que importa y la salud no es una preocupación.
