Desde que los médicos descubrieron que el padecimiento de la anorexia implica a la mente y el cuerpo; un tratamiento integral -planeado por distintos especialistas- suele ser lo mejor. Los que pueden estar implicados en el tratamiento de la anorexia son los médicos, psicólogos, consejeros y dietistas. No obstante, la participación y el apoyo de los miembros de la familia hace una gran diferencia en el éxito del tratamiento. Después de todo, el tratamiento de la anorexia consiste en tres pasos que tienen como objetivo devolver a la persona a un peso saludable, cambiando la forma de pensar que el paciente tiene sobre los alimentos y sobre sí mismo.
La prioridad en el tratamiento de la anorexia se dirige a la estabilización de problemas de salud graves. Cuando los pacientes se encuentran severamente desnutridos, la hospitalización puede ser necesaria. Dicha hospitalización puede prolongarse hasta que la persona alcance un peso menos crítico. El tratamiento ambulatorio es una opción sólo cuando el paciente no está bajo un peligro médico inmediato.
El segundo componente del tratamiento de la anorexia es la consejería nutricional. Un nutricionista o dietista le enseñará al paciente sobre la alimentación saludable y una nutrición adecuada. El nutricionista también le ayudará a desarrollar y seguir los planes de comidas que incluyan las calorías suficientes para alcanzar o mantener un peso normal y saludable.
En tercer lugar, el asesoramiento es crucial para el tratamiento de la anorexia. Su objetivo es identificar los pensamientos y sentimientos negativos que alimentan el trastorno de la alimentación, para reemplazarlo con creencias saludables y menos distorsionadas. Otro objetivo importante de la consejería es que le muestra al paciente a manejar las emociones difíciles, como los problemas de pareja y el estrés de la vida diaria, enfocando una actitud positiva en lugar de una autodestructiva.
