No existe una causa única para la bulimia. Mientras que la baja autoestima, la preocupación por el peso y la imagen corporal juegan un papel importante, hay muchas otras causas que contribuyen a su desarrollo.
En la mayoría de los casos, las personas que sufren de bulimia u otros trastornos de alimentación en general, tienen problemas para manejar las emociones de manera saludable. Comer puede ser una forma de liberación emocional, por lo que no es de extrañar que las personas recurran a los atracones cuando se siente enojados, deprimidos, estresados o ansiosos.
Una cosa es cierta, y es que la bulimia es una cuestión emocional compleja. Las principales causas y factores de riesgo de la bulimia incluyen una imagen corporal deficiente. El énfasis en nuestra cultura en la delgadez y la belleza, puede conducir a la insatisfacción corporal, especialmente en las mujeres jóvenes que son bombardeadas con imágenes en los medios, de una idea irreal de lo que es un físico ideal.
Esta baja autoestima lleva tanto a hombres como a mujeres a considerarse a sí mismos como carentes de valor, inútiles y poco atractivos. Las cosas que también pueden contribuir a una baja autoestima son la depresión, el perfeccionismo, el abuso infantil y un ambiente familiar crítico.
Los historiales de trauma y abuso suelen aumentar las probabilidades de una persona a padecer bulimia. De la misma forma, los cambios o transiciones estresantes, tales como la pubertad, ir a la universidad o la ruptura de una relación, pueden desencadenar el ciclo de atracones y purgas para hacer frente al estrés.
La gente cuya profesión pone una presión tremenda en la imagen personal también es vulnerable a desarrollar bulimia. Algunas de estas ocupaciones son el modelaje, la danza, la gimnasia, la actuación, etc.
