Investigadores de la Universidad de California en San Francisco, están reclutando a un millón de participantes para que se unan a un estudio del corazón que durará por toda una década, y la herramienta para lograrlo serán los teléfonos móviles.
Después de todo, esta tecnología ya ha sido utilizada previamente con aplicaciones que ayudan a las personas a prevenir y detectar el cáncer en la piel; que permiten llevar un mejor control de la diabetes, e incluso juegos que ayudan a los científicos a obtener ayuda de otras personas en estudios genéticos.
Si todo va según lo planeado, el estudio apodado Health eHeart, será el mayor estudio de este tipo jamás realizado. En comparación con el Estudio Framingham del Corazón, que se inició en 1948, reclutando y estudiando a quince mil participantes durante tres generaciones. Dicho estudio sentó las bases para identificar el conjunto de riesgos y parámetros que los doctores usan actualmente para medir los riesgos de enfermedades cardíacas en sus pacientes, contemplando factores importantes como el estilo de vida, la presión arterial alta, el colesterol elevado, el tabaquismo, la obesidad, la diabetes, el estrés y el sedentarismo.
Cabe señalar que el estudio Framingham y sus descubrimientos ayudaron en gran parte a lograr una disminución del setenta y cinco por ciento en las tasas de mortalidad debido a las enfermedades relacionadas con el corazón durante los últimos cincuenta años. No obstante, mientras los participantes del estudio realizaban visitas al médico cada dos años, el Health eHeart aprovechará la potencia de los dispositivos móviles para tomar los datos de cada participante todos los días.
Los participantes podrán descargar las aplicaciones y usar sensores para rastrear estadísticas vitales, tales como la presión arterial y el ritmo cardíaco. El teléfono inteligente actuará como el mediador entre los científicos y los sensores externos, por ejemplo, un brazalete Bluetooth o un AliveCor iPhone compatible con un monitor cardíaco.
Aunque existe la posibilidad de que la tecnología no esté a la altura para lograr todo lo que se ha propuesto, no debemos olvidar proyectos como el Tricorder X Prize que concluirá en el año 2015. Quizá el único inconveniente es que el estudio estará limitado al segmento de la población que posee teléfonos inteligentes, ya que no hay recursos financieros para proporcionar dispositivos a quienes no pueden pagar por ellos, lo que dejaría un hueco notable en la población de muestra.
La buena noticia es que la idea de mezclar la tecnología móvil con las ciencias de la salud, para realizar un estudio de esta naturaleza, podría marcar el comienzo de una nueva era en la investigación de la salud.
