Un estudio encontró que los niños nacidos de mujeres que habían tomado el fármaco valproato de sodio como tratamiento contra la epilepsia durante el embarazo, tendían a recibir un bajo puntaje en las pruebas de coeficiente intelectual, en un promedio de seis a nueve puntos en la edad de tres años, a diferencia de los niños nacidos de madres que no habían tomado este medicamento.
Los investigadores dijeron que los resultados respaldan la recomendación de no ofrecer como primera opción, el valproato de sodio a las mujeres en edad fértil. El estudio apareció el dieciséis de abril de 2012 , en la edición en línea del Diario de Medicina de Nueva Inglaterra, y es producto del trabajo que realizó un grupo de investigadores de la Universidad de Liverpool.
Los estudios han demostrado que cuando los fetos de animales están expuestos a fármacos antiepilépticos, en dosis menores a las que dan lugar a defectos de nacimiento, pueden terminar con alteraciones cognitivas y conductuales. Sin embargo, el efecto que causa la exposición de este fármaco en el útero, al coeficiente intelectual humano, aún es incierto.
El valproato es un medicamento contra la epilepsia que también se prescribe para el trastorno bipolar y la migraña. Los laboratorios Abbot y Pfizer son los encargados de comercializarlo, en conjunto con una versión genérica que fue aprobada el año pasado.
Durante un seguimiento de trescientos niños en el Reino Unido y los Estados Unidos, los resultados mostraron que los niños expuestos al valproato de sodio tenían un coeficiente intelectual significativamente menor a los que han estado expuestos (durante el embarazo) a otro tipo de medicamentos para tratar la epilepsia.
Estos resultados incluyen los ajustes por el índice de inteligencia de la madre, la dosis del fármaco, la duración de la gestación y el consumo materno de ácido fólico durante el embarazo. El vínculo entre la exposición al valproato y el coeficiente intelectual de los niños dependía de la dosis utilizada por sus madres durante la gestación.
Los investigadores recomendaron que al existir riesgos claros asociados con el consumo de valproato, los médicos tienen la obligación de informar a las mujeres acerca de ellos, para evitar el riesgo de un deterioro cognitivo o el de otros posibles defectos congénitos físicos en sus hijos.
