Las enfermedades tropicales que alguna vez se pasaron por alto, ahora están recibiendo más atención por parte de las compañías farmacéuticas y el gobierno, pero también requieren de una mayor financiación e innovación.
Las enfermedades que son poco comunes en los Estados Unidos, tales como la filariasis linfática o elefantiasis, la oncocercosis o ceguera de los ríos, la esquistosomiasis y la helmintiasis, pueden causar muchas muertes y complicar la vida de las personas que viven en los países en desarrollo.
En un nuevo informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que han visto un progreso revolucionario en lo que respecta a estas enfermedades tropicales, gracias a una estrategia internacional que incluye un suministro regular de medicamentos de bajo costo, con garantía de calidad y que cuentan con el apoyo de socios internacionales.
Estas estrategias prácticamente han acercado a muchos países a la eliminación completa de muchas de estas enfermedades, que son particularmente devastadoras en las regiones más pobres del mundo. Un ejemplo de esto, es la dracunculiasis o enfermedad del gusano de Guinea y el pian, cuya erradicación está programada para el año 2015 y 2020 respectivamente.
Además, hay seis objetivos fijados para la eliminación de cinco enfermedades en 2015, y diez nuevas metas para el 2020, ya sea a nivel internacional o en regiones geográficas específicas.
El informe también hace referencia a algunos de los retos que aún están presentes a nivel nacional. Haciendo hincapié en la necesidad de varios países, de implementar un control nacional de enfermedades, mediante la organización, integración y coordinación. Es decir, recurrir a otros sectores como el de la educación, la agricultura y salud pública veterinaria, para fortalecer y evitar la propagación potencial de cualquier epidemia.
Con esta nueva fase en la lucha contra las enfermedades, eventualmente será posible avanzar hacia una cobertura universal de salud.
