La medicina tradicional china ha analizado por largo tiempo el aliento como una forma de evaluar la salud de una persona. Ahora la tecnología nos dice que este enfoque realmente ayudaría a diagnosticar diversas enfermedades e incluso el estrés.
Un grupo de investigadores suizos del Hospital Universitario de Zurich, están tratando de avanzar en este campo mediante el desarrollo de una técnica que utiliza la espectrometría de masas a la que ellos mismos han llamado “breathprinting”. De concretarse, este método podría competir con otros tipos de análisis convencionales que se basan en la sangre y la orina.
Para realizar sus experimentos, los científicos modificaron espectrómetros de masa comerciales, añadiéndoles una línea de entrada para hacer el muestreo del aliento, o dicho de otro modo, pusieron una boquilla para que el aliento exhalado entrara directamente en el instrumento. Al hacerlo, los investigadores observaron que el ‘breathprint‘ es un método constante que puede resultar útil para el análisis médico.
Aunque de momento el espectro de masas muestra los picos de alrededor de cien compuestos en el aliento, los investigadores sólo son capaces de identificar la acetona en esta etapa. El siguiente paso será averiguar cómo la tecnología es capaz de reconocer patrones de enfermedades específicas y para ello van a trabajar con los médicos de la División de Neumología del Hospital Universitario de Zurich, ya que se espera que los pacientes con enfermedades pulmonares sean más propensos a producir biomarcadores característicos.
Los científicos afirmaron que basta con encontrar un patrón consistente en los pacientes con alguna enfermedad pulmonar, para desarrollar una herramienta de diagnóstico. Si tienen éxito, se ampliará la metodología para incluir a otros grupos de enfermedades.
En comparación con otros análisis, el breathprint es un método de fácil acceso, que no requiere más de unos segundos para recoger la muestra y por encima de todo, no es un procedimiento invasivo. Estas ventajas prácticas podrían ser útiles para detectar los primeros signos de algunas enfermedades y también para controlar su progreso o los efectos secundarios de una terapia médica en curso.
