Mientras que los efectos perjudiciales por la inhalación de humo de tabaco de segunda mano están bien documentados, puede ser difícil determinar a cuánto de este humo están expuestas las personas. Después de todo sabemos que los fumadores inhalan el humo de cada uno de sus cigarrillos pero ¿Qué porcentaje del humo alcanza a sus familiares o compañeros de trabajo?
Para responder a esta cuestión, los científicos de la Universidad de Darthmouth en New Hampshire, han creado un sensor portátil que actualmente se encuentra en forma de prototipo. Ellos afirman que su dispositivo es el primer sensor de humo de tabaco de segunda mano, capaz de registrar los datos en tiempo real.
Este dispositivo usa películas de polímero para medir las moléculas de vapor de nicotina en el ambiente, en conjunto con un chip que registra los datos. Gracias a esta tecnología, no sólo puede medirse la cantidad de humo en su entorno inmediato, también lleva un registro de cuándo y dónde tuvo lugar la exposición. Además puede detectar y medir el humo de tercera mano -en forma de nicotina- presente en la ropa o la tapicería de los muebles.
En su forma actual, el sensor es ligeramente más pequeño y más ligero que un teléfono móvil. Los científicos esperan desarrollar un dispositivo portátil, barato y reutilizable, ya que los actuales sensores de segunda mano son relativamente imprecisos, caros y sólo proporcionan un promedio de información dentro de un área limitada.
En última instancia, se espera que el dispositivo pueda usarse para ayudar a las autoridades sanitarias a cumplir las prohibiciones de fumar en lugares públicos, y para mostrar a los fumadores la cantidad de humo que llega a las personas en general y a sus familias.
