Las naúseas en el embarazo son un malestar común que la mayoría de las mujeres padece. No obstante, aproximadamente una de cada trescientas mujeres embarazadas desarrollan hiperémesis gravídica. Esta condición se caracteriza por náuseas intratables, vómitos y deshidratación. Aunque normalmente no persiste más allá de la vigésima semana del embarazo.
Una de las complicaciones relacionada con este padecimiento es la desnutrición, ya que debido a los vómitos frecuentes durante el embarazo, se presenta un desequilibrio en los electrolitos del cuerpo. A menudo es difícil distinguir entre esta condición y su forma menos agresiva. Sin embargo, el médico puede recomendar cambios en la dieta, mucho reposo y el uso de antiácidos. Aunque en los casos graves, el paciente puede necesitar alimentación e hidratación vía intravenosa.
Otra de las complicaciones vinculadas a la hiperémesis gravídica es la restricción del crecimiento fetal. Por esta razón es muy importante su tratamiento, ya que el médico tratará de evitar la morbilidad materna y fetal.
Respecto al tratamiento de la enfermedad, varios medicamentos antieméticos resultan eficaces y seguros en el embarazo, un ejemplo de estos son la piridoxina o vitamina B6, y algunos antihístamínicos como la difenhidramina o la prometazina. Existen algunos datos históricos que afirman que la Reina Victoria de Gran Bretaña, utilizó la marihuana como el primer fármaco medicinal para tratar varios de los síntomas asociados con sus embarazos.
