Hoy en día sabemos que para un recién nacido, el primer día de su nacimiento representa un gran número de oportunidades para asegurar su vida y sentar las bases para que sea capaz de alcanzar un futuro saludable. Sin embargo, la falta de servicios y presupuesto no siempre permiten evitar la muerte de un gran número de recién nacidos.
Un nuevo análisis muestra que un uso más amplio de cuatro sencillos productos, podrían evitar la muerte de un millón de bebés durante sus primeros meses de vida. En otras palabras, existen cuatro productos de bajo costo que han sido subestimados.
Estos productos son muy accesibles -ya que su precio no supera los seis dólares- y se mencionan a continuación: un dispositivo de reanimación, para ayudar a la respiración del recién nacido; un medicamento antiséptico que previene las infecciones llamado clorhexidina; los antibióticos inyectables, y las inyecciones prenatales de esteroides, estas últimas son usadas para mejorar el desarrollo pulmonar en los bebés prematuros. No cabe duda que para los países en desarrollo, estas herramientas básicas serían invaluables en la lucha por reducir las tasas de mortalidad infantil.
