El uso de algunos peinados podría acelerar el desarrollo de la calvicie

Peinados calvicie
Cuando hablamos de pérdida del cabello, no debemos olvidar que algunos peinados -especialmente las trenzas apretadas o las trenzas africanas cosidas– contribuyen a la pérdida permanente del mismo. Especialmente en las mujeres que usan estos peinados con más frecuencia que los hombres. A este problema se le conoce como alopecia cicatricial central centrífuga (ACCC) y fue reconocida principalmente en las mujeres afroamericanas.

Este fenómeno se observó por primera vez en los afroamericanos en el año 1950 y fue reportado por los doctores Philip LoPresti, Christopher M. Papa y Albert M. Kligman hasta 1968. La técnica de peinado implicaba la aplicación de vaselina, seguida por el uso de un peine de hierro calentado sobre una estufa. La teoría original era que la vaselina caliente viajaba hasta la raíz del cabello, quemando el folículo. Repetir el proceso en varias ocasiones, provocaba lesiones y cicatrices.

Cualquier peinado que cause mucha tensión o tracción -como los trenzados que utilizan cabello artificial-, pueden conducir a una pérdida de cabello por cicatrización. Por desgracia el cabello perdido no puede volver a crecer, así que la persona deberá visitar a un dermatólogo especializado para que pueda evaluar el daño en su cuero cabelludo.

Al paso del tiempo, se observó que el ACCC también comenzaba a afectar a los hombres y mujeres que no contaban con antecedentes significativos en el uso de estos peinados. Esto llevó a los médicos a referirse al problema como el síndrome de degeneración folicular. En el que diversos factores como el uso de extensiones pesadas y la aplicación de ciertos aceites, geles o pomadas podían contribuir de igual manera al problema.

Un estudio realizado por investigadores de la Clínica de Cleveland, en Ohio, mantuvo en observación a trescientas veintiséis mujeres afroamericanas, aplicándoles varios cuestionarios para saber más detalles sobre sus hábitos de arreglo personal, su estado de salud y otra información demográfica. Posteriormente los dermatólogos realizaron un examen del cuero cabelludo para determinar el grado de pérdida del cabello.

Casi el sesenta por ciento de las mujeres mostró signos de pérdida de cabello por cicatrización. Las mujeres también eran más propensas a tener diabetes tipo 2, así como algunas infecciones bacterianas en el cuero cabelludo asociadas a la tracción ejercida en el cabello por las trenzas y los peinados deportivos.

Estas prácticas cosméticas podrían ser atenuadas si los dermatólogos pudieran advertir a los pacientes sobre los efectos del calor excesivo y los tratamientos químicos en el cabello. Y no es para menos, ya que en la mayoría de los casos, la única opción de tratamiento es el trasplante de cabello. Mismo que podría resultar problemático cuando la pérdida de cabello ha sido demasiado extensa y ha puesto en peligro las áreas donantes.

La recomendación que estos científicos hacen a sus pacientes para librarse de este tipo de pérdida, es evitar las trenzas muy apretadas a toda costa. Sin mencionar que un especialista debe descartar otras condiciones subyacentes al tratar a un paciente con pérdida capilar, ya que algunas condiciones como la anemia o los problemas de tiroides, son padecimientos tratables y temporales que también suelen provocar la caída del cabello.

kostleige.com

Entradas relacionadas